jueves, 26 de mayo de 2011

Economía

Artículo principal: Economía de París
París es uno de los motores de la economía mundial. En 2008, el PIB de la Región de París, fue estimado por el INSEE en 550 mil millones de euros. Si se tratara de un país, esta región sería la decimoséptima economía más grande del mundo (hasta el 2006), con un PIB casi tan grande como el de los Países Bajos.
La Défense, distrito financiero y económico de París.
Aunque en términos de población, la zona urbana de París representa menos del 20% del área urbana de Francia, el PIB alcanza el 28,4% del total. En cuanto a zonas urbanas, según las Naciones Unidas, su PIB es el quinto más grande del mundo después de Tokio, Nueva York, Los Ángeles y Chicago, y el primero de Europa. Su PIB es comparable al PIB de pequeños países del primer mundo.
La economía de París es extremadamente diversa y todavía no ha adoptado una especialización dentro de la economía global (semejante a Los Ángeles con la industria del entretenimiento, o Londres y Nueva York con servicios financieros). París es esencialmente una economía de servicios: el 45% del PIB de la región de París está compuesto por servicios financieros, inmobiliarios y soluciones de negocios.
Casi la mitad del PIB de la Región de París se genera con el sector empresarial y los servicios financieros. El sector financiero del país se concentra en esta ciudad. La región de París sigue siendo una de las potencias manufactureras de Europa, debido al gran tamaño de su economía, con un cambio de la industria tradicional a la alta tecnología. Su economía se sostiene fundamentalmente en la fabricación de maquinarias de todo tipo. Es de destacar también la producción de artículos de lujo, como la alta costura, las joyas y los perfumes. En su puerto sobre el Atlántico en la ciudad de El Havre, moviliza el cuarto mayor volumen de tonelaje en Europa. El sector agrícola francés se mueve mayoritariamente en esta ciudad, que posee la mayor bodega de mercancías agrícolas del mundo.
Dentro de la región de París, la actividad económica es más intensa en la porción central del departamento Hauts-de-Seine y en el triángulo entre la Ópera, La Défense y Val de Seine. Hauts-de-Seine se ha convertido en una especie de extensión del centro de París, con 873.775 trabajadores a finales de 2005, más de la mitad que en la ciudad de París propiamente dicha (1.653.551 empleados a finales de 2005).

Comercio y finanzas

Avenida de los Campos Elíseos.
La Avenida de los Campos Elíseos que ha sido llamada "la avenida más hermosa del mundo",26 es una de las principales calles comerciales de París. Originalmente fue un jardín y se ha convertido en gran avenida-paseo que conecta el Arco del Triunfo con la Plaza de la Concordia. En esta plaza, a ambos lados de la Rue Royale, existen dos edificios de piedra: el oriental alberga el Hotel de la Marina, al oeste el lujoso Hotel de Crillon.
Cerca de allí, la Avenue Montaigne, es sede de marcas de lujo como Chanel, Dior y Givenchy. También la Place Vendôme es famosa por sus hoteles de lujo y de moda (Hotel Ritz y Plaza Vendôme) y sus joyeros. Dentro del mismo sector está el Triangle d'Or que es una zona elitista de París comprendida entre las avenidas Montaigne, Georges V y un tramo de los Campos Elíseos, que destaca por la alta moda, y es sede de grandes marcas, como Hermès y Christian Lacroix.
Otra zona destacada en el comercio es Les Halles que era antiguamente el mercado central de la carne y otros productos del mercado de París. El mercado de Les Halles fue destruido en 1971 y sustituido por el Forum des Halles en torno a una importante estación de conexión de metro (la más grande de Europa). El mercado central de París, el mayor mercado mayorista de alimentos en el mundo, fue trasladado a Rungis, en el sur de los suburbios. Al oeste de Les Halles está Le Marais, un barrio con negocios y empresas del ámbito legal y bancario.
En la zona en torno a la Ópera Garnier es la zona de la capital con más alta concentración de grandes almacenes y oficinas. Algunos ejemplos son el Printemps y los grandes almacenes Galeries Lafayette Haussmann. También es la sede de gigantes financieros como el BNP Paribas y Société Générale.
Fuera de la comuna de París, La Défense (se extiende sobre parte de las comunas de Courbevoie, Puteaux, y Nanterre, 1,5 kilómetros al oeste de la ciudad de París) es un elemento clave de los suburbios (periferia) de París. La Défense es uno de los principales centros de negocios y financieros de todo el mundo y el más grande de Europa. Construido en el extremo occidental de la prolongación hacia el oeste del histórico eje de los Campos Elíseos, en La Défense se encuentran algunos de los edificios (todos en forma de torre) pertenecientes a las empresas más grandes del mundo. Iniciado por el Gobierno francés en 1958, el distrito alberga 3,5 millones de m² de oficinas, haciendo de este complejo el más grande de Europa en un distrito desarrollado específicamente para empresas. La Grande Arche (Gran Arco), de La Défense, alberga una parte del Ministerio francés de Transportes y es el área central de la explanada en torno a la cual se organiza el distrito.

 Turismo

Francia es el principal destino turístico del mundo y su capital concentra buena parte de la atención de la gran mayoría de turistas que visitan el país.

Gobierno y política

En su calidad de principal urbe del país, París es la sede del gobierno central y la administración francesa, y acoge las principales representaciones diplomáticas extranjeras, siendo a la vez una de las ciudades más destacadas en el ámbito político de la Unión Europea (UE).
El poder ejecutivo, representado por el Presidente de la República, tiene su sede en el Palacio del Elíseo. Por su parte, el Primer Ministro tiene su despacho en el Hôtel Matignon. Los poderes legislativo y judicial de Francia también tienen su sede en París.

 Alcaldía

En cuanto al gobierno local, en las elecciones municipales de marzo de 2001, Bertrand Delanoë fue elegido alcalde (maire) de París. Su llegada al ayuntamiento (Hôtel de Ville) fue propiciada por la división interna de la derecha, que presentó dos candidatos antagonistas, Jean Tiberi y Philippe Séguin, para esos comicios. Gracias a una alianza con Los Verdes y con el Partido Comunista Francés (PCF), Delanoë fue el candidato más votado, consiguiendo algo más del 48%. Por su parte, los aspirantes de la derecha obtuvieron entre los dos poco más del 50% de los votos.

Organización administrativa
Desde que la ley de 10 de julio de 1964,17 que reorganizó administrativamente la región parisina, entrara completamente en vigor el primero de enero de 1968, la ciudad de París es al tiempo un departamento y una comuna. Anteriormente, París había sido, desde 1790, la prefectura del departamento del Sena.18
A diferencia de otras metrópolis francesas, no hay ninguna estructura intercomunal con fiscalidad propia que vincule a la ciudad con sus suburbios. También difiere en que, contrariamente a otras grandes metrópolis internacionales, la ciudad sólo comprende el mero centro de la conurbación.
El departamento de París no tiene otra subdivisión que la única comuna que la compone. Ésta se divide a su vez en 20 distritos municipales (arrondissements municipaux), creados a consecuencia de la ampliación territorial de 1860, los cuales sustituyen a los 12 distritos que existían anteriormente desde el 11 de octubre de 1795, y en 21 circunscripciones electorales

miércoles, 25 de mayo de 2011

París la ciudad del amor

Si al viajero se le pregunta por la ciudad del amor, automáticamente responderá París. Mágica, romántica y acogedora, es el destino por excelencia, no solo de amantes, sino de bohemios que acuden a ella en busca de inspiración.
Sin duda, la jornada parisina debe comenzar a orillas del Sena, donde dicen se encuentran las cenizas de Juana de Arco. Desde allí podrá acceder a la Catedral de Notre-Dame, una de las más celebres del mundo gracias a la obra de Víctor Hugo, ‘Nuestra Señora de París‘. La historia presenta a Quasimodo, un jorobado que se encarga de las campanas de la catedral, una bailarina de raza gitana llamada Esmeralda y a un archidiácono, padre adoptivo del campanero, que, atraído por la bailarina, pide a su protegido que la rapte.
Tras esta vista, el viajero tiene parada obligatoria en el palacio del Louvre, fortaleza del siglo XII con ampliaciones renacentistas convertido ahora en museo de arte. El Louvre cuenta actualmente con alrededor de 300.000 piezas de las que tan solo se exponen 35.000. Entre las obras más buscadas se encuentra la famosa Gioconda (”La mona Lisa”) del famoso pintor y escultor Leonardo Da Vinci, así como obras del arte universal como la Venus del Milo, la Victoria de Samotracia o el Escriba sentado.
Las Tullerias, primer jardín de la ciudad
A tan solo unos metros del imponente museo, podrá descansar en el jardín de las Tullerias, que perteneció a un antiguo palacio real del siglo XII que fue destruido por la Comuna de París en el año 1871, por lo que se convierte en el más antiguo de la ciudad y primer jardín público.
Tras el breve descanso, y ya en la plaza de la Concordia, podrá deleitarse con la primera visión de la torre Eiffel. Siga por la comercial avenida de los Campos Eliseos y llegará hasta el Arco del Triunfo, ubicado en la plaza Charles de Gaulle y mandado construir por Napoleón Bonaparte tras su victoria en la batalla de Austerlitz en 1805, donde prometió a sus hombres que volverían a casa bajo arcos triunfales.
Desde allí, camine por la zona de Embajadas hacia Trocadero, donde se topará con la torre Eiffel, estructura diseñada por el ingeniero Gustave Eiffel con ocasión de la exposición universal de 1889. Aunque estaba previsto que la torre alcanzase los 350 metros de altura, tan solo se construyeron 300, ya que los vecinos se quejaron al sentir como una amenaza que un edificio así pudiera caer.
Noche y amanecer
Entrada la noche, la capital francesa es el sitio perfecto para disfrutar y sentir al máximo su ambiente bohemio. Acérquese al barrio de Montmartre y disfrute de una velada en el conocido Moulin Rouge, construido en 1889 por Joseph Oller, que en la actualidad continúa ofreciendo una gran variedad de espectáculos para todos aquellos que quieren evocar el ambiente bohemio de la Belle Époque. Y si puede, aproveche la salida del sol para visitar la Basílica del Sacré-Cœur, situada en lo más alto de la colina, que le ofrecerá una de las más bellas vistas de la capital francesa.
Para finalizar la visita, mezclado entre angostas callecitas, se encuentra el mercado de Mouffetard, con puestos de frutas, verduras, quesos… Sin duda, se recomienda al visitante desayunar en una de las numerosas creperías que lo pueblan.

Gastronomía

La gastronomía de Francia está considerada como una de las más importantes del mundo. Está caracterizada por su variedad, fruto de la diversidad regional francesa, tanto cultural como de materias primas, pero también por su refinamiento. Su influencia se deja sentir en casi todas las cocinas del mundo occidental, que han ido incorporando a sus bases conocimientos técnicos de la cocina francesa. Varios chefs franceses tienen una gran reputación internacional, como es el caso de Taillevent, La Varenne, Carême, Escoffier, Ducasse o Bocuse. Un grupo de chefs y gastrónomos, con el beneplácito del presidente de la República Nicolas Sarkozy, abogaron por que la gastronomía francesa fuese incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad , reconocimiento que finalmente la Unesco declaró el 16 de noviembre de 2010, con la cocina tradicional mexicana y la dieta mediterránea.

Tradicionalmente, cada región posee su propia cocina:
Además de estas cinco grandes zonas regionales, existen también otras cocinas locales como la cocina del valle de Loira (famosa por sus pescados al vino blanco), la cocina vasca (caracterizada por el abundante uso del tomate y el pimiento de Espelette), la cocina de Rosellón (muy cercana de la cocina catalana) o la cocina del centro con su caza, su pâté de Pâcques, sus patatas (Creuse) o sus vinos y sus pescados de agua dulce (en Brenne).
Hoy día, a causa de los movimientos de personas, estas diferencias regionales tienden a difuminarse, aunque siguen siendo observables, y una persona que viaje por Francia puede observar cambios significativos en la manera de cocinar, en los platos servidos y en los ingredientes utilizados. Por otra parte, la tradicional predilección del consumidor francés por los productos de la tierra (terroir) ha favorecido un fuerte renacimiento de la cocina regional y de sus productos, mientras que el movimiento slow food (también llamado ecogastronomía) gana en adeptos.
Algunas cocinas exóticas como la china y la vietnamita, junto con algunos platos de las ex colonias magrebíes (con el cuscús a la cabeza), también se han ido incorporando al elenco.

http://www.arecetas.com/receta/ADEREZO_DE_QUESO_ROQUEFORT/7907/
http://www.arecetas.com/receta/BULLABESA_MARSELLESA/8019/

martes, 24 de mayo de 2011

Historia

Los parisios, pueblo galo del que se deriva el nombre de París, dominaban el sector cuando las tropas de Julio César sitiaron el lugar. Se cree que los parisios fundaron la ciudad entre 250 a. C. y 200 a. C., aunque se desconoce el lugar exacto del emplazamiento de la ciudad gala; si bien, hay varios indicios que indican que se establecieron en lo que hoy es la Ile de la Cité, sobre todo por razones de defensa estratégica al estar protegido el asentamiento por los brazos del río Sena que abrazan dicha isla.
En 52 a. C. cuando los romanos toman la ciudad, la rebautizan llamándola Lutecia (Lutetia) y la reconstruyen durante el siglo I en la orilla izquierda del río Sécuana (Sena).
En el siglo IV el emperador Flavio Claudio juliano estableció su cuartel general durante un invierno en la Isla de Francia.
París toma su nombre actual en el siglo IV y Clodoveo, rey de los francos la hace su capital en 508, tras su victoria sobre los romanos.
Durante el siglo IX se construyeron murallas de protección sobre la ribera derecha, mientras que la izquierda fue destruida por los normandos en 885.
Cuando los Capetos consiguen el trono de Francia en 987, París es una de las dos grandes ciudades de su dominio personal. Con Felipe Augusto (1190-1220) París se convierte definitivamente en la capital del reino. Se construye una nueva muralla protegiendo un sector más amplio. En el siglo XIV, Carlos V (1371-1380) crea una muralla aun mayor que la antes citada.
Entre finales del siglo XVI y comienzos del XVII, Enrique IV construye los primeros conjuntos arquitectónicos modernos como la Place des Vosges. Su sucesor Luis XIII extiende la muralla de Carlos V sobre la orilla derecha. Luis XIV destruye esa muralla y ordena construir en su lugar los primeros grandes bulevares.
A finales del siglo XVIII, en la fortaleza de la Bastilla, que se encontraba en el oriente de la ciudad, se inició oficialmente el movimiento que se conoce como Revolución francesa.
Tras proclamarse Emperador, Napoleón Bonaparte se decide por París como capital de su Imperio, luego de haber contemplado a Lyon para tal privilegio.
Bajo el reinado de Luis Felipe, la ciudad acelera su ritmo de crecimiento.
La transformación de París durante el Segundo Imperio de Napoleón III (1852-1870) le dio a la ciudad su fisonomía actual.13 El emperador comisionó al Barón Haussmann para que ejecutara los cambios necesarios para convertir a París en la ciudad más moderna del mundo en su época. Se demolió gran parte de la ciudad antigua y medieval y se dio paso a los grandes bulevares y a los edificios modernos, el más destacado de los cuales fue la Ópera Garnier. Se construyeron canalizaciones de aguas y otros importantes adelantos en obras públicas. Este periodo llegó a su fin después de la caída del emperador como consecuencia de la derrota sufrida por su ejército en la guerra franco-prusiana. Si bien las décadas de los ochentas y noventas del siglo XIX también continuaron dándole a la ciudad su fisonomía más conocida.
París albergó durante la segunda mitad del siglo XIX varias exposiciones universales. La más destacada tuvo lugar en 1889 con motivo de la conmemoración del primer centenario de la revolución. Para este evento fue construida la Torre Eiffel que, aunque debía ser desmontada una vez terminada la exposición, continúa actualmente en su emplazamiento original.14
La 2ª división del general Leclerc desfila en los Campos Elíseos después de la liberación de París.
El siglo XX se inició con la construcción del Metro de París.
En 1900 se desarrolló otra Exposición Universal, la más notable de París, para la cual se construyeron obras notables de arquitectura que aún siguen en pie, tales como el Grand Palais, el Petit Palais, la Estación y ahora Museo de Orsay, el Puente Alejandro III y la Estación de Lyon.
En 1940 la ciudad fue conquistada por el Wehrmacht (ejército de la Alemania Nazi) en el marco de la Segunda Guerra Mundial. París estuvo administrada por las fuerzas de ocupación, que la abandonaron después de cuatro años sin causarle destrozos de consideración, en comparación con los daños sufridos en otras ciudades europeas en esa guerra. Para los aliados, París no era una plaza de importancia estratégica y por ello preferían eludir la liberación de París ya que su objetivo era traspasar pronto el Rin. Sin embargo, el general De Gaulle consiguió convencerlos de la necesidad de liberar París ante el temor de que un régimen comunista se instaurara en la república si la resistencia vencía a los alemanes.15 Tras la liberación, las parisinas sospechosas de colaborar con los alemanes fueron humilladas y rasuradas.16
Durante los mandatos del general De Gaulle de 1958 a 1969, varios acontecimientos políticos tuvieron lugar en la capital. En 1961, una manifestación en favor de la independencia de Argelia fue violentamente reprimida. En 1968, un movimiento estudiantil iniciado en la Universidad de Nanterre degenera en disturbios. El 13 de mayo, cientos de miles de personas protestaban contra la violencia policial. Después de dos meses de agitación y disturbios, los parisinos votaron a favor del general De Gaulle en las elecciones legislativas de junio y volvió la calma.
Bajo la administración del presidente François Mitterrand, en la década de los 80 y comienzos de los 90, la ciudad recibió un renovado impulso en su urbanismo e infraestructura. Se renovaron sectores deprimidos de la ciudad, particularmente en barrios de la ribera izquierda y la Villette; se levantaron nuevos edificios emblemáticos como la biblioteca, el Arche de la Défense y el Musée d'Orsay; y se renovó radicalmente el Museo del Louvre.